viernes, 5 de julio de 2013

Las Cuatro Ásanas clásicas de Yoga.

Paschimottanasana. (Postura de la pinza).







Ottana es estiramiento y paschima parte posterior del cuerpo, (oeste). La traducción significa entonces "estiramiento de la parte posterior del cuerpo o estiramiento del oeste".

Atención mental: En la columna vertebral, a la altura de las vertebras lumbares.



Beneficios:

Sistema óseo:        
Otorga movilidad de la columna vertebral, hacia adelante.
Beneficioso para contrarrestar lordosis lumbar y cervical.

Sistema muscular:
Flexibiliza la cadena posterior del cuerpo.
Mejora notablemente el lumbago y los dolores procedentes del nervio ciático. 
Trabaja la zona del abdomen, flexibiliza músculos abdominales. 

Sistema circulatorio:
Aumenta la circulación sanguínea en la cadena posterior, la zona del tronco hacia la cabeza, favorece irrigación hacia los órganos de la cabeza.

Sistema nervioso:
Alivia la compresión de los filamentos nerviosos que salen desde la columna, en especial los de la zona cervical y lumbar.
Beneficia el sistema nervioso.
Psíquicamente produce una sensación placentera de ligereza y limpieza en el abdomen.

Sistemas orgánicos:
Estimula por compresión a los órganos de la pelvis y zona abdominal, en especial los intestinos, mejorando en casos de estreñimiento.






Halasana. (Postura del arado).






El nombre proviene de la palabra sánscrita hala que significa "arado" y ásana que significa "postura o asiento".


Atención Mental: En el centro de la garganta, donde se encuentra la glándula tiroides.



Beneficios:


Sistema óseo:
Otorga movilidad de la columna vertebral, hacia adelante, flexibilidad y elasticidad.
Corrige desviaciones y malformaciones leves de columna.  

Sistema muscular:
Flexibiliza la cadena posterior del cuerpo.
Trabaja la zona del abdomen.
Beneficia musculatura cardíaca.
Estira la musculatura cervical, dorsal y lumbar y la parte posterior de las piernas. 

Sistema circulatorio:
Aumenta la irrigación sanguínea hacia el rostro y cabeza (órganos del cráneo). 

Sistema nervioso:
Alivia la compresión de los filamentos nerviosos que salen desde la columna, en especial los de la zona cervical y lumbar.
Disminuye la fatiga. 

Sistemas orgánicos:
Estimula por compresión a los órganos de la pelvis y zona abdominal.  Invierte los órganos de tronco y cráneo.
Estimula glándulas tiroides y paratiroides. 






Sarvangasana. (Postura de la vela).







Postura de erección sobre los hombros. Sarva significa todo, integro: arga significa cuerpo o miembro. Esta es la "postura de todos los miembros del cuerpo."


Atención mental: En el centro de la garganta, donde se encuentra la glándula tiroides.



Beneficios:


Sistema óseo:
Otorga movilidad a la columna, flexibilidad y elasticidad.

Sistema muscular:
Flexibiliza la cadena posterior del cuerpo.
Fortalece el abdomen.
Beneficia la musculatura cardiaca.
Estira la musculatura cervical, dorsal y lumbar.
Descongestiona las piernas.

Sistema circulatorio:
Mejora la circulación de la sangre, el corazón.
Favorece el retorno venoso, ayuda en caso de várices y hemorroides.

Sistema nervioso:
Alivia la compresión de los filamentos nerviosos que salen de la columna, en especial los de la zona cervical y lumbar.
Produce una sensación de calma y energía. 

Sistemas orgánicos:
Despose general de los órganos internos, incluida la sangre, sometidos a la gravedad.
Corrige la caída de las vísceras (ptosis) y adherencias.
Irriga las glándulas tiroides mejorando sus funciones (intercambio respiratorio, crecimiento de los huesos, desarrollo sexual, etc.)
Mejora el hipotiroidismo, asma, palpitaciones, bronquitis, migrañas.
Ayuda a la dispepsia, constipación, hernia.






Padmasana. (loto).





Padmasana es un término derivado del sánscrito la  palabra padma significa  "loto", y ásana: "asiento o trono." 
Posición meditativa.


Atención mental: En el entrecejo.



Beneficios:
  • Como Ardha-Padmasana, (medio loto).
  • Fortalece los músculos de las piernas.
  • Estabiliza la acción cardiaca.
  • Tonifica la pelvis.
  • Dota de elasticidad las articulaciones de la extremidades inferiores.
  • Ideal para pacificar la mente y las emociones.
  • Unifica, cuerpo, mente y emociones.
  • Favorece las regiones coxígea, sacra y lumbar.
  • Estimula el hueso sacro y plexo sacro.
  • Estimula el cerebro (aumento de irrigación).


lunes, 1 de julio de 2013

Ásanas.





En el ámbito del Yoga, se denomina Ásana a cada una de las distintas ‘posturas’ que tienen como objetivo actuar sobre el cuerpo- mente.

Las claves de su práctica son la lentitud de movimientos, a la hora de hacer y deshacer el ásana, la fase estática o de mantenimiento de la misma, la respiración lenta, consciente y dirigida, y la atención mental en estado de alerta y receptivo a lo que está sucediendo.

Ejecutada correctamente, la postura estabiliza no solo el cuerpo sino la mente, trayendo al practicante al momento presente, libre de la preocupación por el pasado o el futuro.
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Las Ásanas aseguran un físico fuerte y elástico, pero su efectividad radica en la capacidad para calmar la mente mediante la disciplina. A diferencia del deportista que sólo cuida su cuerpo, el yogui presta atención a la mente que acompaña a la acción durante la ásana. Es un proceso de sensibilización gradual durante el cual la consciencia debe empapar cada miembro, órgano y tejido. Según sus practicantes, sólo volcado completamente en la ejecución de una ásana la mente se tranquiliza y «las dualidades cesan».

Ásana es el tercero de los ocho miembros del Astánga yoga y se considera fundamental para progresar en Pranayamaejercicios de respiración. A diferencia de otras técnicas, puede producir beneficios inmediatos sobre la salud del iniciado.

  

La mayoría de las Ásanas básicas pueden ser practicadas por todas las personas, pues cada practicante conduce la postura hasta su límite razonable y con ello ésta ya desencadena todos sus beneficios.


En la ejecución de las Ásanas de yoga hay que observar, principalmente, los siguientes requisitos:

  • Se hace y deshace la postura con lentitud, conscientemente, evitando movimientos precipitados o bruscos.
  • Se ejecuta la postura hasta el límite razonable y se mantiene el tiempo indicado.
  • Se efectúan respiraciones pausadas y por la nariz.
  • Permanecer muy atento durante la práctica, evitando en lo posible divagaciones mentales. La mente puede situarse en la zona que se indica como soporte para la concentración, o en la postura misma o en las sensaciones (estiramientos, presiones y otras) que se presentan durante la realización de la misma. De este modo la Ásana no sólo tiene implicaciones fisiológicas y energéticas, sino también mentales.
  • Todos los esfuerzos deben ser  paulatinos y sin excesos, respetando las limitaciones del cuerpo.
  • El secreto del éxito está en la constancia al practicar.